En el contexto de la modelización de la calidad del agua, la edad se refiere al tiempo que tarda el agua en viajar desde una fuente de suministro hasta los consumidores. La edad del agua es un indicador general de la calidad de la misma: si es baja indica una mayor calidad.
Conocer la edad del agua en una red presurizada ayuda a identificar las zonas de la red donde el agua puede estancarse, aumentando así el riesgo de contaminación bacteriana.
Esta información puede utilizarse para optimizar el diseño y el funcionamiento de la red, minimizar las pérdidas de agua y mejorar la eficacia de los procesos de tratamiento del agua.